Con fecha 3 de marzo de 2021, a las 12.00 hrs., se llevará a cabo la séptima Sesión del I Seminario de Jóvenes Investigadores/as sobre religión y espacio público en Chile 2020/2021, instancia coordinada por el Prof. Luis Bahamondes G.
En esta oportunidad, la exposición estará a cargo de la investigadora Daniela Solís Díaz, Magister (c) en Ciencias Sociales, mención Estudios de la Sociedad Civil (IDEA- USACH) , quien presentará el trabajo titulado:
Evangélicos y participación política en Chile: Un estudio de las formas de participación política a la luz de la encuesta del Centro de Estudios Públicos 2019
Los procesos de apertura democrática que atravesaron la mayoría de los países del Cono Sur, junto con la aparición de nuevos actores políticos y sociales, han sido factores clave para la reconfiguración del campo religioso latinoamericano (Carbonelli y Mosqueira, 2010). Una manifestación de aquello ha sido el surgimiento de distintos políticos que abiertamente manifiestan una identidad confesional como medio por el cual influir en las elecciones legislativas y presidenciales (Bastian, 1999), lo cual ha impulsado importantes victorias electorales de los evangélicos en distintos países de América Latina; pero este éxito no ha sido una tendencia uniforme en toda la región (Boas, 2019). En el caso chileno, durante los últimos años distintos grupos evangélicos han buscado acceder a cargos de representación popular y/o han realizado intentos por conformar partidos políticos evangélicos (Berdía, 2018). El fracaso de estos esfuerzos, tal como señala Boas, resulta sugerente en un país con aproximadamente un 16% de evangélicos en total, y considerando que en países de la región como Perú, Argentina o Brasil, los sectores evangélicos ya han logrado penetrar las instituciones políticas.
En principio, con ello se puede cuestionar la extendida idea de que los miembros de las iglesias evangélicas son movilizados electoralmente por candidatos que comparten su fe (Pérez Guadalupe, 2020); no obstante, aquello no necesariamente implica un fracaso de los evangélicos chilenos en la política. La emergencia en las últimas décadas de una intelligentzia evangélica nacional que se relaciona con la política en términos de ciudadanía cultural, ha contribuido a la formación de organizaciones no gubernamentales (ONGs) enfocadas al trabajo social en áreas donde el Estado ha permanecido ausente, y la creación de grupos de estudios políticos o revistas de debate político y social (Fediakova, 2014). Por otra parte, los movimientos provida y profamilia que presionan por el rechazo al aborto legal y la “ideología de género”, han adquirido una gran injerencia en las discusiones públicas, independiente de que no se hayan traducido en una introducción formal en la política tradicional (Córdova, 2014).
Por este motivo, no es pertinente acotar la participación política a lo meramente electoral, sino que para aprehender todas estas otras formas de hacer política se debe disponer de un marco teórico que nos permita verlas. Si bien el voto tradicionalmente ha sido la medida más común de participación política en las democracias liberales, representa sólo una de las posibilidades de participación política que los individuos pueden realizar, por lo que se operará con una definición más amplia de participación política, que incluya todo tipo de acciones individuales y colectivas, ya sean convencionales o no, voluntarias e involuntarias, expresadas estas últimas en actitudes, deseos y creencias (Milbraith y Goel, 1977). En síntesis, esta investigación se pregunta en qué medida la religiosidad evangélica influye en la participación política de sus miembros, tanto a nivel convencional como no convencional, de forma voluntaria e involuntaria.
Para indagar en esta interrogante, se realizarán análisis descriptivos a las correlaciones entre las variables trabajadas, utilizando datos recientes de la realidad chilena. Los datos corresponden a la encuesta realizada por el Centro de Estudios Públicos en 2019, y se establecieron variables e indicadores que servirán para operativizar los conceptos utilizados: en primer lugar, la religiosidad evangélica corresponde a la variable independiente de este estudio; mientras que las variables dependientes para operativizar el concepto de participación política serán “comportamiento electoral”, “participación en movimientos sociales”, y “posición política”. Finalmente, el nivel educacional se introducirá como variable de control sociodemográfico
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